sábado, 18 de agosto de 2018

PULPO - Octopus vulgaris


El pulpo común puede alcanzar los 3 m de largo y los 12 kg de peso corporal. Tiene 8 tentáculos provistos de dos lineas de ventosas en cada uno.

Tiene una cabeza que se compone de unos ojos bien desarrollados, un cerebro y 3 corazones. En su manto se localizan el resto de vísceras así como el depósito de orina que emplean como mecanismo de defensa ante posibles depredadores. A diferencia de las sepias, los pulpos disponen de un sifón que le permite cambiar de dirección e impulsarse a gran velocidad por un sistema de propulsión a chorro.
El tercer brazo del pulpo macho se encuentra ligeramente modificado para ser el órgano copulador de la hembra, a este brazo se le llama hectocotilo. Una vez  llegado el periodo de reproducción, éste brazo es introducido en la cloaca de la hembra para la inserción de los espermatóforos. Tras la fecundación, el macho abandona a la hembra y ésta es la que se encarga de elegir una zona exclusiva para la puesta de sus huevos en forma de racimos (hasta 150.000 huevos) y el periodo de gestación. La hembra cuida de sus huevos hasta el momento de la eclosión, manteniendo a raya a los depredadores y oxigenando la zona elegida.
Durante este periodo la hembra no se alimenta y, una vez eclosionados los huevos, ésta muere de hambre.
Estos cefalópodos tan curiosos disponen de 3 corazones: dos de ellos llevan sangre sin oxígeno a las branquias (órganos respiratorios) y el tercero tiene como función el transporte de sangre oxigenada al resto del cuerpo.

Cabe destacar su gran capacidad de inteligencia gracias a su alto desarrollo del sistema nervioso, tienen la capacidad de aprender y de recordar a largo plazo.

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